23 de julio de 2010

Ya están aquí...

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Cuando escuché hace un par de días la noticia sobre El programa de (a)sexualidad que impartirá la Iglesia a niños y jóvenes se me pasaron por la cabeza todos los clásicas tópicos-hazañas de la Iglesia sobre este tema, véase decir que la homosexualidad es una enfermedad, que el aborto es elpeorcrimenquepuedecomerlamujerdespuésdedesobedeceralmarido, que los anticonceptivos son lopeor aunque puedan salvarte la vida (muérete de sida pero folla sin condón e irás al cielo) reconozco que también me imaginé otra clase de lavadodecerebros clases, pero éstas impartidas sólo por los miembros más desviados de la comunidad eclesiástica y en la que solo aceptarían como alumnos a jovencitos menores de 12 años.

Ambas ideas me parecieron demasiado, y pensé que se limitarían a impartir adoctrinamiento barato en contra del sexo fuera del matrimonio y del aborto.

Sin embargo, la Iglesia nunca defrauda y la verdad es que han estado a la altura. Al menos en cuanto a la primera parte. 

"La masturbación es un vicio y la homosexualidad, una disfunción´

¿A nadie más le parece la típica frase de burla cuando se quiere ironizar tontamente sobre las personas retrógadas al estilo “jiji jajá si te tocas te quedarás ciego”?

Pues esto es parte de lo que enseñarán en los colegios religiosos y parroquias valencianas. Por supuesto, esto junto el rechazo de los anticonceptivos (odio hacia esto que jamás he podido comprender), y que ser virgen mola, al menos hasta que llegues a la sagrada institución del matrimonio –solo para heteros, gracias-.

La finalidad de contrarrestar la educación pública con estas medidas es algo que me fascina, supongo que quieren que las cosas que hacen algunas personas con la mentalidad de hace 60 años como abofetear a una pareja de lesbianas solo por cenar en un restaurante continúen, pero esta vez con gente joven como protagonista.

Lo más divertido de todo (bueno, en realidad todo el programa en sí es superdivertido) son las palabras de El conseller de ¿educación? Alejandro Font de Mora cuando dice que oye que bien, que "se debe optar por la mayor pluralidad posible".

Si es por la pluralidad, entonces dejemos que insulten a los homosexuales (esos enfermos no merecen respeto) e incentiven el rechazo hacia mecanismos de prevención de enfermedades de transmisión sexual, total, es por darle un poco de color al panorama educativo. ¿qué tal si además de incentivar la homofobia incentivamos un poco de machismo? ¿y enseñar a dejar mensajitos provocadores sexuales a menores? ¿y  por qué no hablar sobre la pederastia? ¿y si enseñan la mejor manera de follarse a los monaguillos sin dejar marcas? Uy, eso no, disculpen, que eso sería una disfunción… es que estos de la Iglesia a veces me confunden.