22 de abril de 2010

Crónica de una sesión de "descontrol"


Hoy, en un acto de locura transitoria he apretado el botón de mi mando a distancia que me ha llevado hasta el canal 24.9, es algo así como el mismo infierno en la tierra, un canal 9 de 24 horas de noticias. Y digo noticias en cursiva porque ya sabemos que son noticias edulcoradas, coloreadas, modificadas, manipuladas, siempre en pro del Gobierno de la generalitat. Como debe ser, ché.

Pues bien, estaba a punto de cambiar de canal antes de que algún cable de mi cerebro ardiera por saturación, cuando he leído el rótulo informativo que aparecía debajo de un señor con un micro delante de su cara,“Cortes Valencianas: Sesión de control”; y otro que ha sido el que realmente me ha motivado para no cambiar de canal: “DIRECTO”. ¡Una sesión de control con Camps presente! ¡Y en directo! Antes de que los mandados de canalñou recortaran y pegaran para fabricar un discurso molónpropepero tenía que verlo.
El señor que estaba con el micro era el diputado de Compromís pel país valencià, Enric Morera y le estaba preguntando a Francisco Camps qué iba a hacer si reabrían el juicio del caso Gürtel (el mismo que cerró su amigo del alma De la Rúa,), vamos que si pensaba dimitir o si iba a seguir con todo su rostro como hasta ahora. Total, típica función de la oposición en una sesión de Control de las Cortes, intentar desgastar al Gobierno con las preguntas parlamentarias a las que el ejecutivo debe responder.



Se levanta Camps y cojo aire, va a responder, porque está en las Cortes, no está en la calle evitando a esos periodistas rojos e inoportunos enviados por el mismísimo demonio (los que no son de canalnou) y a los que puede no contestar (algo en lo que tiene mucha experiencia). Se acerca al micro y pone una mueca de desdén. No, esperen, la llevaba de antes.
Levanta las manos con las palmas hacia abajo y empieza a soltar un discurso de que no sabe que hará el dia 19 (o 18, o 20…) pero que sabe que hará mañana -momento digoestoparaquesalgaencanalnou:- trabajar por la comunidad valenciana. Aplausos, gritos de placer y gémidos orgásmicos desde los asientos de los escaños populares. Abucheos y alzamiento de brazos en un gesto de protesta desde los asientos (mucho menos numerosos) de los de compromís.



Pero hay más. Empieza el contraataque. Porque van a trabajar pero, “Sin ustedes”, como lo llevan haciendo, siempre “sin ustedes”. Y que “ya tenemos suficiente con escucharles aquí” (claro que sí, que sean elegidos por el pueblo no les legitima para estar ahí incordiándole, hombre).

Camps se sienta entre palmaditas en el hombro de sus colegas. Me gustaría tener una bola de cristal para saber cuantos de esos le darán palmaditas en el hombro cuando el president esté sentado en el banquillo.

Pero sigamos. Porque hay más.



Se levanta otro diputado de compromís y le repite la pregunta seguido de una lectura un tanto farragosa de algunos decretos, leyes y sentencias. Cuando termina Camps dice un escueto “no le he entendido” y vuelve a sentarse.
De nuevo esquiva la pregunta. Eso sí, aquí se lo han puesto a huevo. Yo que estudio derecho, tampoco me he enterado de mucho.



Se levanta otra de compromís, la que antes levantaba los brazos indignada, y le dice claramente “si le sientan en el banquillo va a dimitir o no?” bueno, un poco más largo y aderezado con un poco de labia política. Camps ya no puede decir que no la ha entendido, lo hemos entendido todos.

Es la hora de contestar. Están en la sesión de control, la propia constitución la prevé como la sesión en la que se le pide explicaciones al gobierno. El poder legislativo, la cámara donde reside la soberanía popular, los elegidos por el pueblo le piden explicaciones al ejecutivo, al que toma todas esas decisiones. Tiene que contestar.



Pero la cámara de televisión del rótulo de “directo” no le enfoca, sigue enfocando a la de compromís, en cuya cara se dibuja la indignación. Se oye una voz, pero no es la de Camps.



Es la de un compañero suyo, el que se sienta a su lado. El mandado de turno. Y contesta, pero no contesta a la pregunta, contesta al ataque. “Yo quiero saber qué harán ustedes cuando los valencianos ya no les voten y no vuelvan a estar aquí”.



Risas de los populares, “joder que bueno eres macho, que les peten a esos rojos”. No lo dicen pero se les adivina. Los de compromís flipan pepinillos porque esta vez ni siquiera se ha dignado a hablar el interpelado. Ni siquiera tenía el suficiente ingenio como para salirse de nuevo por la tangente. Quizás le envíe a Camps una carta sugiriéndole más respuestas esquivas, dignas de las Cortes que tenemos. Algo así como “rebota y bota y en tu cara explota”.
Silencio. Camps se levanta y se va (con más palmaditas).
Ya ha hecho suficiente.

Apago la televisión, creo que algo me ha sentado mal en el desayuno.

pd: imágenes del momento:
Camps contestando

Los diputados de Compromís

1 tazas:

Anónimo | 1 de mayo de 2010, 1:00

Es reálmente mucho mas divertido cuando nuestro "Honorable President" contesta a las preguntas de la aún mas "Honorable oposició" con reproches hacia el ejecutivo nacional del PSOE, así como si los "cuatro gatos peleados" que aún forman la oposición (y digo aún, porque van perdiendo escaños, y no sabemos cuanto durarán) tuvieran alguna responsabilidad política al respecto o como si estos reproches eximieran de responsabilidad a las filas del PP.